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¿Sirven todas las mascarillas frente al Coronavirus?

¿Sirven todas las mascarillas frente al Coronavirus?

Ante la pandemia mundial del coronavirus (COVID-19) surgen muchas dudas de cómo protegernos. Sin duda, el aislamiento o cuarentena es el mas eficaz pero nos preguntamos si el uso de mascarillas tal y como vemos por la calle y en los medios de comunicación es realmente útil y si son todos los tipos de mascarillas útiles.

Para responder a esta pregunta le hemos preguntado a un experto epidemiólogo y catedrático jubilado de Medicina Preventiva con el que tenemos gran relación y cercanía y nos ha contado esto:

“Ante la idea general de que una mascarilla previene con seguridad la adquisición de la infección por Coronavirus habría que hacer alguna puntualizaciones.

Las mascarillas son solo parte de las medidas a utilizar para prevenir la transmisión. Incluso diría que no es precisamente la más importante por la sensación de falsa seguridad que produce al que la lleva.

A efecto de prevención hay dos mascarillas utilizables con garantía. Ambas deben de estar homologadas pues las mismas son sometidas a una serie de pruebas para ser comercializadas como son las capacidad de filtración o eficacia, comodidad para respirar o resistencia a la respiración o resistencia a la diferencia de presión entre los dos lados de la mascarilla y resistencia a las salpicaduras.

El primer tipo de mascarilla a utilizar es la mascarilla quirúrgica. Sirven como barrera física protectora para el sujeto que NO LA LLEVA COLOCADA. Por lo tanto la usará el médico en el quirófano para no contaminar la herida, fuera de quirófanos en exploraciones donde se exija una asepsia exquisita (ausencia de microorganismos en el campo de determinadas exploraciones, artroscopias, punciones lumbares etc.) o para ser llevadas por sujetos enfermos, sospechosos de enfermedad y  portadores a fin de no contagiar a los que les rodean en proximidad.

Por su finalidad deben de soportar la presión de salida del aire al respirar, es la llamada espiración y por lo tanto soportar una mayor presión que el otro tipo de mascarillas que veremos más tarde. Al espirar emitimos un cono imaginario de partículas cuyo vértice es la boca y por el que circulan en el centro las partículas de mayor tamaño de saliva cargada de en nuestro caso virus y que por lo tanto chocan y se retienen por el centro de la mascarilla. Por la periferia del cono viajan partículas más pequeñas y de menor volumen  que si escapan dan lugar a aerosoles. Si no existiera la mascarilla quirúrgica las gotitas más gruesas caerían por su peso al suelo rápidamente mientras que las segundas viajarían más lejos dependiendo del grado de humedad ambiental, lugar exterior o no donde nos encontremos, resistencia del virus etc. En base a lo expuesto se clasifican en categorías I, II y IIR. Las tres tienen una capacidad similar de filtración pero las IIR son las más resistentes a presión diferencial y además lo son a salpicaduras que las otras categorías no lo son.

De lo anterior se deduce en primer lugar que la  duración de su uso es limitada, que su colocación debe ir precedida de lavado de manos así como su retirada ser seguida de la misma operación, que deben ajustarse arriba y lateralmente para evitar escapes de aerosoles y que han de desecharse después de su uso y no dejarlas colgadas en el cuello para reutilizarlas.

El otro tipo de mascarillas se denominan EPI-R (equipos de protección individual respiratoria) o más comúnmente FPP. Tienen mayor capacidad y eficacia en la filtración que las anteriores reteniendo las partículas de los aerosoles si bien en  el caso de aerosoles infecciosos que estamos tratando solo son eficaces las FFP2 y FFP3. Sirven para PROTEGER AL SUJETO QUE LA LLEVA COLOCADA. A efecto del portador protegen al respirar solo en la inspiración o entrada de aire. La presión es entonces menor y no necesitan ser tan resistentes como las quirúrgica pero si por el contrario ms eficaces en cuanto a su impermeabilidad a aerosoles infecciosos.

Basándose también en pruebas estandarizadas se les clasifica en categorías FP1 FP2 y FP3. Para el caso de los virus se recomiendan las FP3 y en su ausencia la FP2. Su utilización está ajustada a una jornada laboral pero siempre de uso individual por la misma persona con las mismas recomendaciones señaladas para la mascarilla quirúrgica. No debe ser llevada tampoco colgada al cuello. Recomendando tras usos cortos su desinfección por ejemplo mediante luz ultravioleta nunca con calor seco o húmedo. Una modalidad de estas son las dotadas de válvula de exhalación que las hacen más cómodas para la respiración del portador y las que además llevan filtro de expiración que serían una combinación de las dos tipos de mascarillas analizadas.

Sobre la base de los comentarios anteriormente citados no es admisible como alguien propone la colocación combinada de dos mascarillas quirúrgicas ni con la misma orientación ni con orientación opuesta como algunos ingeniosos han tratado de aplicar.”

Rafael Fernández – Crehuet Navajas.
Catedrático Jubilado de Medicina Preventiva y Salud Pública y  Jefe de Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública del H.U. Reina Sofía de Córdoba.